sábado, 3 de diciembre de 2016

Baruc hombre ejemplar. ¿Y tu?

En el anterior devocional habíamos hablado sobre el tiempo que podemos tener para invertirlo en la obra.
esta vez quiero comenzar haciendo una pregunta.

¿Cómo puedo ser ejemplo a los creyentes?

Sí esta pregunta te interesa y no sabes como responder, te invito a que vayas a tu Biblia y puedas leer los primero tres capítulos del libro de Nehemías.
En un muy breve resumen... Nehemías estaba en Persia y recibe noticias desastrosas sobre Jerusalén, su ciudad natal, y decide ir a reconstruirla, para lo que primero oró a Dios, luego pidió ayuda al rey, y seguido de esto fue directamente a Jerusalén para la reconstrucción. 
Llegando al capítulo tres la obra en los muros es ardua todos trabajan en su frente, todos ponen su mano de obra, pero, en el verso veinte dice:

Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo. Nehemías 3:20a

Esta persona realmente no era culpable del destrozo causado por un enemigo, pero aún así éste varón no dudo en poner mano a la obra y hacerlo de forma excepcional dejando de lado recuerdos, o desánimos pasados, y poniendo delante de el la obra de Dios, para agradar a él.

Volviendo a la pregunta inicial, y antes de responderla, consideremos pequeños aspectos de nuestra obra hacia Dios.

  • ¿Qué estoy haciendo?  Bueno tengo que tener algo para hacer, algo en lo que pueda ser de ejemplo con mi trabajo en donde pueda desenvolverme.

  • ¿Con que carácter lo hago?  Sí ya tengo algo, si estoy involucrado de forma constante en una obra, responda la pregunta pensando esto: lo hago para agradar a Dios o a los hombres, y ser aceptado frente a los demás.

  • ¿Me gusta lo que hago?  El ministerio debe ser algo que podamos disfrutar, en cada momento, que no se vuelva una carga pesada, sino un gozo a cumplir.

Ahora si, responda. ¿Cómo puedo ser ejemplo a los creyentes?

Ya tiene su respuesta, hay un versículo más que nos desafía de forma precisa y directa a no ser mediocres en el ministerio o la obra que usted este haciendo, la Biblia dice:


Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová. Jeremías 48:10a

Un verso bastante fuerte para poder meditar. Hermanos, y lectores espero que este pequeño devocional haya podido ser de bendición para su vida como lo a sido para mi, que se pueda desafiar a hacer la obra de Dios de forma que el único agradado sea Dios, y si aun no tiene un ministerio, aún esta a tiempo y en la edad para poder obrar para Dios, porque si hay hombres de más de setenta años aún obrando con todo fervor, que te detiene a ti a poder empezar.

Que Dios te bendiga grandemente.